La carrera de campeones
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Escrito por Bialbero_happiness
- agosto 4, 2020
- En Historia
La carrera de campeones

- agosto 4, 2020
HISTORIA
En cierto sentido, los años 80 fueron un periodo oscuro. No existía el wifi ni la PlayStation; ni siquiera podías insultar desde el anonimato en Twitter. Una época en la que las relaciones sociales se basaban en el cara a cara. De locos. Pero hubo un suceso durante aquella década que arrojó algo de luz sobre una muy perdida humanidad: la reapertura en 1984 de un más seguro circuito de Nürburgring.
Y decimos más seguro porque, recordemos, casi 10 años antes el ring fue testigo de un accidente que marcó a toda una generación de pilotos de Fórmula 1, aquel que casi le cuesta la vida a Niki Lauda en 1976. Afortunadamente la cosa no acabó del todo mal, aunque el bueno de Niki terminó como un fresco mal restaurado en Borja. Pero el austríaco llegaría a decir “prefiero tener mi pie derecho a una bonita cara”, así que, si a Niki no le importa, a nosotros tampoco. Todos contentos, menos los gestores del ring, que vieron cómo les sería revocada su licencia como circuito de Fórmula 1. Hasta ocho años con el chiringuito cerrado para los grandes premios durante los cuales la acción en Alemania pasaría al circuito de Hockenheim.
Pero, como decíamos, en 1984 reabrió sus puertas un nuevo y más seguro circuito de Nürburgring. Más seguro, pero más corto. El trazado se vería reducido de los más de 20 km del infierno verde a tan solo 5 km, ya que no era factible reformar el trazado original (si no has leído nuestro reportaje sobre el Nürburgring Südschleife no sé a qué esperas) Evidentemente, la vuelta a la competición de Nürburgring supondría un hito digno de la más memorable de las celebraciones. ¿Qué mejor manera de hacerlo que con una carrera con los mejores pilotos de las últimas décadas? Reunir un plantel envidiable con tantos títulos y victorias como mentiras en una rueda de prensa de Ferdinand Piëch. Y la llamaron la “Carrera de los Campeones”, 20 grandes pilotos enfrentados con el mismo coche para todos, máxima igualdad para festejar el retorno del mítico trazado alemán al panorama internacional.
Y aquello SÍ eran pilotos inolvidables. El listado de participantes era una colección de las mejores manos que había dado el automovilismo, un compendio de éxito en todas las carreras, circuitos y campeonatos existentes entre finales de los 50 y principios de los 80. Algo inigualable, totalmente irrepetible. Personajes que hoy en día admiramos, cuyo nombre nos evoca a épica, sudor, olor a gasolina y rueda quemada; de cuando el sexo era el desayuno de los campeones. Tipos valientes e insensatos que lidiaban con monstruos de hasta 12 cilindros antes de que una niñera llamada control de tracción evitase que los pilotos tatuados tuviesen que hacer un esfuerzo de más en las curvas. Las manicuras son delicadas a la hora de contravolantear.

¿Listo para saber quién se dio cita en Nürburgring aquel 12 de mayo de 1984?
- Jack Brabham: tres veces Campeón del Mundo de F1 en 1959, 1960 y 1966; dos veces Campeón de la F2 británica en 1958 y 1966; dos veces Campeón de la F2 francesa en 1966 y 1964.
- Phil Hill: Campeón del Mundo de F1 en 1961; tres veces Campeón de las 24h de Le Mans en 1958, 1961 y 1962; cuatro veces Campeón (una de clase) de las 12h de Sebring en 1955, 1958, 1959 y 1961; tres veces Campeón (una de clase) de los 1000 km de Buenos Aires en 1956, 1958 y 1960; dos veces Campeón de los 1000 km Nürburgring en 1962 y 1966.
- John Surtees: Campeón del Mundo de F1 en 1964; Campeón de la Can-Am en 1966.
- Denny Hulme: Campeón del Mundo de F1 en 1967; dos veces Campeón de la Can-Am en 1968 y 1970; Campeón de clase en las 24h de Le Mans en 1961; Campeón de Clase en los 1000 km de Bathurst en 1991.
- James Hunt: Campeón del Mundo de F1 en 1976.
- Alan Jones: Campeón del Mundo de F1 en 1980; Campeón de la Can-Am en 1978; Campeón de Australia de GT en 1982; Campeón de clase en las 12h de Bathurst en 1992 y 1993.
- Niki Lauda: tres veces Campeón del Mundo de F1 en 1975, 1977 y 1984; Campeón de la BMW M1 Procar en 1979; Campeón de la F2 británica en 1972; Campeón de las 24h de Nürburgring en 1973; Campeón de los 1000 km de SPA en 1973; Campeón de las 4h de Monza en 1973; Campeón de las 4h de Zandvoort en 1974.
- Alain Prost: cuatro veces Campeón del Mundo de F1 en 1985, 1986, 1989 y 1993; dos veces Campeón de la F3 europea en 1978 y 1979.
- Klaus Ludwig: tres veces Campeón de las 24h de Le Mans en 1979, 1984 y 1985, tres veces Campeón de las 24h de Nürburgring en 1982, 1987 y 1999; Campeón de las 12h de Sebring en 1988; dos veces Campeón alemán de automovilismo en 1979 y 1981; tres veces Campeón DTM en 1988, 1992 y 1994; Campeón de la FIA GT en 1988.
- Keke Rosberg: Campeón del Mundo de F1 en 1982.
- Jody Scheckter: Campeón del Mundo de F1 en 1979; Campéon de la L&M F5000 en 1973.
- Manfred Schurti: tres veces Campeón de clase en las 24h de Le Mans en 1975, 1976 y 1981
- Stirling Moss: Campeón de las 12 Horas de Sebring de 1954: Campeón de la Mille Miglia de 1955; Campeón de la Targa Florio de 1955; Campeón de los 1000 km de Nürburgring de 1956, 1958, 1959 y 1960; Campeón de la F2 británica en 1959; cuatro veces Campeón del Tourist Trophy en 1950, 1951, 1955 y 1958; Campeón de clase en las 24h de Le Mans en 1956; dos veces Campeón de la F3 británica en 1948 y 1950.
- Udo Schütz: Campeón de la Targa Florio en 1969.
- Jacques Laffite: Campeón de F2 europea en 1975; Campeón de F3 francesa en 1973; Campeón de Fórmula Renault en 1972.
- Hans Herrmann: Campeón de las 24h de Le Mans en 1970; cuatro veces Campeón de clase en las 24h de Le Mans en 1958, 1962. 1967 y 1969; Campeón de la Targa Florio en 1960.
- Elio de Angelis: Campeón de la F3 italiana en 1977.
Como verás, todos ellos apellidos ilustres que nos recuerdan una época en la que la competición no tenía nada que ver con lo que es hoy en día. Un tiempo en el que la Fórmula 1 no eclipsaba el resto de los campeonatos y en el que los pilotos podían disputar diferentes disciplinas a lo largo del año inscribiéndose en el doble de carreras de las que corre un actual piloto de F1. En definitiva, un tiempo mejor en el que pesaba más la competición y el deporte que las jugosas cifras de los patrocinadores.

Pero todo hay que decirlo, tan memorable carrera se celebraría como parte de una impagable iniciativa de marketing de Mercedes. Como constructor, por aquel entonces no era una referencia en el mundo de la competición, y un evento de estas características le vendría de maravilla si era capaz de colar allí uno de sus modelos. Circuito mítico y pilotos semidioses, perfecto para vender como churros modelos de Autobahn. Lo curioso es que, al no contar con una estructura deportiva sólida, para poder sacar adelante todo aquello tuvo que tirar de los contactos que había hecho vendiendo los Clase S y SL a pilotos de Fórmula 1.
El modelo elegido para aquella carrera era ni más ni menos que el “Baby Benz” de los años 80. La berlina que esperarías de un cuarentón random que vive en cualquier suburbio de Bremen. De esos que en los 80 iría a comprar el pan con chándal de tactel. Aunque, ciertamente, la versión que utilizaron para el evento era más digna que la de la crisis de los 40. Suficientemente digna para cualquier campeón mundial de automovilismo en la disciplina que sea. El Mercedes elegido fue, ni más ni menos, que el 190E 2.3-16. Un modelo que, reconozcámoslo, a muchos nos encanta. Aquello ya no era el taxi oxidado que conduciría Ahmed por las calles de Bagdad, era el tipo de coche que esperarías que ganase el DTM; de hecho, fue desarrollado con aquel campeonato en mente, ganándole en 1992 con su versión Evo II. No se trataba de los 122 CV que se extraían de los 2 litros del 190E estándar. No, aquello ya eran palabras mayores para 1984. Un bloque de 2300 cc desarrollado por Cosworth con culata de 16v que ofrecía 185 CV y que, como veis, iba más justo en el vano motor que el traje de baño de Flavio Briatore en su yate en Cerdeña.

Las unidades empleadas para la carrera fueron alterados ligeramente con respecto a los modelos de serie. Realmente ni siquiera eran unidades de serie reales, ya que fueron fabricados antes del inicio oficial de la producción del modelo. 20 coches totalmente idénticos con algunas modificaciones tales como jaula antivuelco, cinturones de seis puntos, chasis rebajado, caja de cambios con una relación más corta y sistema de escape deportivo. El exterior mantenía ese aspecto de padre de familia de clase media venido a más. Así que, amigos, era una carrera de verdad, con coches completamente idénticos. Sin variaciones de peso ni potencia, simplemente pilotos contra pilotos.
De todos los invitados al evento únicamente no pudieron asistir Nelson Piquet y Jackie Stewart por prohibírselo sus correspondientes sponsors y Emerson Fittipaldi y Mario Andretti por estar preparando la Indy 500. Como sustituto de Fittipaldi eligieron al rookie del año que había sido fichado por Toleman y cuyo único triunfo hasta el momento era el Campeonato de F3 y un solitario punto en el GP de Sudáfrica de ese mismo año. El nuevo, prácticamente un desconocido a sus 24 años, todavía no había hecho méritos para estar entre aquel plantel de pilotos.
La clasificación sorprendió con Lauda saliendo desde el decimocuarto lugar de la parrilla. Prost y Reuteman se colocaron en primera y segunda posición y, para asombro de todos, el novato se había hecho con el tercer puesto. Por delante 12 vueltas con el asfalto húmedo debido a una ligera llovizna. Tras la salida, Niki Lauda, uno de los principales protagonistas del día después del terrible accidente que sufrió en aquel circuito, demostró rápidamente por qué era Campeón del Mundo remontando a la cuarta posición en la primera vuelta. Para el cuarto giro ya había dado buena cuenta de Prost y Reutemann y se encontraba segundo. Pero chocaría con una barrera inesperada. El nuevo, por su parte, se quitó de encima rápido a Prost y Reuteman y se colocó en primera posición. Todo un campeón como Niki Lauda trató de darle caza situándose detrás de él, pero el rookie no se dejaba amedrentar. A lo largo de aquella carrera protagonizaron un duelo memorable que pasaría a la posteridad con diversos adelantamientos entre ellos. Y el joven piloto de Toleman, con sus 24 añitos y ante el estupor de todos los allí presentes, dio todo un recital de conducción al volante del Mercedes. Sin aprovechar pianos y sin salirse de la pista para ganar ventaja (como sí hacían otros) fue claramente mejor que el resto en igualdad de condiciones y se hizo con el triunfo en el trazado alemán.
Aquello supuso la gloria para el nuevo piloto que acababa de desembarcar en la Fórmula 1 y, casi por casualidad, en aquella carrera. Con esa victoria, por delante de un plantel inigualable de campeones, consiguió llamar la atención del Gran Circo de una manera tan poderosa que su carrera cambiaría para siempre. Se ganó la admiración de los 120.000 espectadores que se encontraban aquel 12 de mayo de 1984 en Nürburgring y se convertiría en otro de los escalones que lo terminarían convirtiendo en mito. Su primer gran logro en la Fórmula 1, curiosamente sin necesidad de conducir un monoplaza. Después de aquello llegaría ese mismo año su 2º puesto en Mónaco con aquel limitadísimo Toleman, solo por detrás del magnífico McLaren de Prost (carrera que se habría llevado de calle de no suspenderse a la mitad, con el permiso de Stefan Bellof con el Tyrrel de ese año que iba a pedales, que venía por detrás como una exhalación). Luego su primera victoria en la F1, el GP de Portugal del 85, en el que dobló a todos los coches excepto al Ferrari de Michele Alboreto. Tras eso, 3 títulos mundiales de Fórmula 1 y, por último, la inmortalidad. El propio John Surtees recomendaría al mismísimo Enzo Ferrari que contratase al joven piloto después de ver la carrera en Nürburgring.
Aquel piloto, como ya os imaginareís, era Ayrton Senna.

¿Qué pasó con los Mercedes?
Tras la carrera, aquellos 20 coches regresaron a la línea de producción de Mercedes. Fueron devueltos a sus condiciones originales y vendidos para satisfacer las necesidades del mercado, que se encontraba con hambre de los 190E. Eso quiere decir que, por aquella época, hubo 18 propietarios de Mercedes cuyo coche había sido conducido por un campeón del mundo de automovilismo. Si, 18 porque dos de aquellos modelos no fueron restaurados, el de Senna que pasó inmediatamente al museo de Mercedes y el de Lauda que fue vendido en las condiciones en las que se encontraba. Este último, después de un periplo por Austria acabó en manos de un coleccionista suizo.
Resultado final de la carrera
1º Ayrton Senna, 26min57s78, 12 vueltas
2º Niki Lauda, 1s38
3º Carlos Reutemann, 3s69
4º Keke Rosberg, 4s20
5º John Watson, 4s47
6º Denny Hulme, 6s35
7º Jody Scheckter, 7s12
8º Jack Brabham, 13s47
9º Klaus Ludwig, 18s49
10º James Hunt, 19s68
11º John Surtees, 25s39
12º Phil Hill, 32s06
13º Manfred Schurti, 37s00
14º Stirling Moss, 37s65
15º Alain Prost, 39s34
16º Udo Schütz, 48s13
17º Jacques Laffite, 51s11
18º Hans Herrmann, 1min37s10
19 Elio de Angelis, 2 vueltas
20º Alan Jones, 9 vueltas
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