La historia del Aston Martin DBRS9
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Escrito por David López
- octubre 5, 2020
- En Historia
La historia del Aston Martin DBRS9

- octubre 5, 2020
HISTORIA
Aston Martin siempre ha sido un fabricante con problemas económicos. A lo largo de su historia han sido varias las empresas que han tenido que comprarla para poder subsanar sus pérdidas y evitar su bancarrota. En 2005, aprovechando el lanzamiento del Aston Martin DB9, crearon un programa completo de competición en el que participarían en las 24 horas de Le Mans, en el campeonato americano ALMS y en el campeonato FIA GT.
Un proyecto tan caro iba a necesitar un buen colchón económico, por lo que vendieron varias unidades a equipos privados. Sin embargo, aquello no era suficiente, por lo que para obtener beneficios decidieron apostar por una versión menos potente que se vendería a equipos interesados en correr en los campeonatos con coches de homologación GT3. De aquella idea surgió el Aston Martin DBRS9, que desarrollaron con la ayuda de Prodrive.
Este Aston Martin, al igual que el DBR9, estaba basado en el DB9 de producción. Montaba el mismo bloque motor de aleación de aluminio, así como las culatas fabricadas en el mismo material. Era un V12 de 6.0 litros de cilindrada que aumentaba su potencia hasta los 550 CV a 6.000 RPM. Se utilizó una caja de cambios manual de seis velocidades, con palanca de cambios en H, para transmitir el giro del cigüeñal a las ruedas traseras, pero se podía instalar, como un extra, la misma caja de cambios secuencial de seis velocidades del Aston Martin DBR9.
En cuanto al chasis, también se reutilizaba el monocasco de aluminio de la versión de producción, aunque se montaba la jaula antivuelco del DBR9. Consiguieron disminuir en 480 kilos el peso del DB9, por lo que la versión GT3 paraba la báscula en los 1.230 kilogramos. Esto se consiguió gracias a los compuestos de carbono que se utilizaban para la carrocería, al igual que pasaba con el interior. El chasis se mantenía suspendido sobre una geometría de suspensiones basada en dobles horquillas con amortiguadores y muelles de competición firmados por Koni.
El precio de venta comenzaba en 175.000 libras, más extras, lo que al cambio estaba sobre los 200.000€.
Las primeras unidades se entregaron en el año 2006. Los equipos BMS Scuderia Italia y Barwell Motorsport fueron los primeros en conseguir sus unidades. BMS Scuderia Italia participó en los campeonatos International GT Open y FIA GT3 European Championship. En el primero de ellos se sumaron varios podios dentro de la categoría en la que participaban, la GTS, con varias segundas y terceras posiciones a lo largo de las pruebas de Monza, Magny Cours y Estoril. En la FIA GT3 European Championship la participación fue más modesta, si bien consiguieron copar las posiciones de podio y una victoria en el circuito de Oschersleben.
Barwell Motorsport también participó en el campeonato europeo de FIA GT3, además del campeonato British GT. En la FIA GT3 el mejor puesto fue una cuarta posición, y es que tras los muchos abandonos que sufrieron a lo largo de la temporada, las posiciones que ocupaban no eran especialmente buenas, consiguiendo en raras ocasiones entrar dentro de las 10 primeras posiciones. En el British GT Championship se hicieron con todos los podios posibles dentro de su categoría, la GT3, e incluso se sumaron tres victorias. Pero cabe destacar que la categoría GT3, por entonces, era realmente baja.
En 2007 la participación se extendió. El bajo costo de los coches con homologación GT3 -comparados con los GT1- llamó la atención de muchos equipos. BMS Scuderia Italia continuó en el campeonato FIA GT3, además de sumarse al campeonato Italian GT, mientras que Barwell Motorsport destinó sus unidades al campeonato británico de GT.
Para la nueva temporada se sumaron nuevos equipos, como Racing for Belgium, que compitió en el campeonato belga Belcar, Hexis Racing, que hizo lo propio en el campeonato francés FFSA GT y en el europeo FIA GT3, Villois Racing, que compitió con su nueva montura en el campeonato GT Open, Abcor General Preston Engineering, que se apuntó para el campeonato Australian GT, Cadena Motorsport, que también participó en el campeonato británico, y Phoenix Racing, que lo hizo en el alemán ADAC GT.
La participación se extendió hasta la temporada 2015, pasando por equipos privados tan conocidos como BMS Scuderia Italia, Barwell Motorsport, Hexis Racing, Phoenix Racing, Racing for Belgium e incluso por SRO Race Centre, pilotado por el mismísimo Stéphane Ratel, creador de las Blancpain GT Series y fundador del SRO Motorsports Group.
De entre sus mejores logros destacan los títulos del British GT Championship de 2006 y de 2009 en el FIA GT3 European Championship.
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